- septiembre 25, 2025
- Consejos
La prevención desde la niñez: la clave para combatir la miopía.
En España, casi el 20% de los niños entre cinco y siete años es miope, una prevalencia que, según las estimaciones, podría ascender hasta el 30% en el año 2030. Aunque la miopía infantil todavía carece de cura, actualmente es posible detener su desarrollo a través de varios tratamientos que han demostrado ser eficientes durante la niñez.
El diagnóstico temprano, clave en la prevención:
Hasta no hace mucho, la única opción disponible para este defecto refractivo era la prescripción de gafas para conseguir una buena agudeza visual. Es vital contar con alternativas que permitan a los oftalmólogos controlar el crecimiento acelerado del ojo durante la infancia, una etapa en la que se lleva a cabo el desarrollo visual, que finaliza entre los 8 y 10 años.
Actualmente existen diversos tratamientos que ayudan a controlar este defecto refractivo:
- el uso de lentes oftámicas (DIMS o HAL).
- lentes de contacto multifocales blandas.
- el tratamiento farmacológico con colirio de atropina.
Los últimos avances en la prevención de la miopía:
Los científicos han descubierto que las gotas oculares de atropina a bajas concentraciones reducen la velocidad con la que el ojo se alarga durante la infancia, la principal causa de progresión en la miopía.
La prevención del desarrollo de la miopía en niños de 6 a 14 años con el uso de gotas oftálmicas de atropina a dosis bajas (0.01%) ha mostrado resultados con reducciones significativas en la progresión de la miopía sin efectos secundarios relevantes.
En términos técnicos, los investigadores creen que este tratamiento actúa sobre determinados receptores de la retina y la esclera, estructuras implicadas en el crecimiento del globo ocular, con lo que ralentiza la elongación del globo ocular, proceso responsable de que la imagen se enfoque por delante de la retina y provoque visión borra de lejos o miopía.
Este efecto no depende tanto de dilatar la pupila o paralizar la acomodación (como sucede con dosis altas de atropina) sino de modular de forma sutil las rutas bioquímicas que controlan el desarrollo ocular.
¿En qué consiste este tratamiento?
Consiste en la aplicación de una gota de este colirio todas las noches al acostarse, durante un largo periodo de tiempo, incluso durante años, con el objetivo de disminuir la velocidad de progresión de la miopía.
Esta práctica resulta todavía más efectiva si se combina con hábitos saludables como:
- Fomentar el tiempo al aire libre.
- Limitar el uso prolongado de pantallas digitales: aplica la regla 20-20-20 (descansos cada 20 minutos)
- Asegurarse de una buena iluminación, usar luz natural si es posible.
- Mantener distancia de lectura adecuada 35-40 cm
- Realizar revisiones oftalmológicas anuales para detectar a tiempo.
- Descansos y parpadeo: fomentar los descansos visuales regulares y recuerda a los niños que parpadeen a menudo al usar dispositivos electrónicos.
Cada vez más, los dispositivos electrónicos están presentes en nuestra sociedad y desde edades muy tempranas. El problema es que el ojo está hecho para ver a diferentes distancias, por lo que un abuso de visión cercana puede llevar a un sobreesfuerzo que, en edades tempranas, puede afectar al desarrollo normal del ojo.