- marzo 5, 2025
- Clínica
¿Qué es el síndrome del ojo seco? Te explicamos cómo combatirlo.
El síndrome del ojo seco es una afección ocular que ocurre cuando los ojos no producen suficientes lágrimas para mantenerse húmedos o cuando las lágrimas no cumplen correctamente su función y se evaporan demasiado rápido. Esto puede provocar incomodidad o molestia en los ojos y, en algunos casos, también puede causar problemas de visión.
Esta patología es muy común, afecta a millones de personas en los Estados Unidos cada año. La buena noticia es que si usted tiene el síndrome del ojo seco, hay muchas cosas que puede hacer para mantener los ojos sanos y sin molestias.
El ojo seco puede deberse a diversas causas, entre ellas:
- Disminución en la producción de lágrimas: Puede estar relacionada con la edad, enfermedades autoinmunes (como el síndrome de Sjögren), ciertos medicamentos o daños en las glándulas lagrimales.
- Evaporación excesiva de las lágrimas: Puede deberse a la exposición al viento, al uso prolongado de pantallas digitales o a parpadeo insuficiente.
- Mala calidad de las lágrimas: Un desequilibrio en los componentes de la película lagrimal puede llevar a una lubricación deficiente del ojo.
Los síntomas pueden ser los siguientes:
- Una sensación de aspereza, como si tuviera arenilla en el ojo
- Sensación de escozor o ardor en el ojo
- Ojos rojos
- Sensibilidad a la luz
- Visión borrosa ocasional
¿Quiénes pueden padecer en mayor medida el síndrome del ojo seco?
Cualquier persona puede tener el síndrome del ojo seco, pero es más probable que lo tenga si:
- Tiene más de 50 años
- Es mujer
- Usa lentes de contacto
- No consume suficiente vitamina A (que se encuentra en alimentos como la zanahoria, la brócoli o el hígado) o ácidos grasos omega-3 (que se encuentran en el pescado, las nueces y los aceites vegetales)
- Tiene ciertas afecciones autoinmunológicas, como el lupus o el síndrome de Sjögren.
Además puede agravarse por los siguientes factores:
- Uso prolongado de pantallas digitales.
- Climas secos y con viento.
- Uso de lentes de contacto.
- Cirugía ocular previa (como LASIK).
- Consumo de ciertos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos, diuréticos).
- Enfermedades autoinmunes o inflamatorias (artritis reumatoide, lupus).
Normalmente, las glándulas arriba de los ojos producen lágrimas que los mantienen húmedos. El ojo seco ocurre cuando las lágrimas no desempeñan correctamente su función. Esto podría significar que:
- Las glándulas no producen suficientes lágrimas para mantener los ojos húmedos
- Las lágrimas se secan demasiado rápido
- Las lágrimas simplemente no trabajan lo suficientemente bien para mantener sus ojos húmedos
Los tratamientos para el síndrome del ojo seco:
El tratamiento del ojo seco va a depender de la causa y la severidad del problema. Algunas opciones incluyen:
- Lágrimas artificiales: Lubricantes oculares en forma de gotas que ayudan a aliviar la sequedad.
- Geles y ungüentos: Para casos más severos, especialmente antes de dormir.
- Evitar factores irritantes: Reducir el uso de pantallas, evitar ambientes secos o con mucho viento.
- Uso de humidificadores: Ayuda a mantener la humedad ambiental.
- Suplementos de omega-3: Pueden mejorar la calidad de la película lagrimal.
- Medicamentos recetados: En casos más graves, se pueden usar antiinflamatorios o inmunomoduladores como la ciclosporina.
- Procedimientos médicos: Bloqueo de los conductos lagrimales para reducir el drenaje de lágrimas o terapias de luz pulsada intensa (IPL).
¿Qué puedes hacer para prevenir y tratar el ojo seco?
- Descansar la vista con la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar a 20 pies durante 20 segundos).
- Usar lágrimas artificiales sin conservantes.
- Mantener una buena hidratación y una dieta rica en omega-3.
- Evitar corrientes de aire directas y ambientes muy secos.
- Consultar con nuestros oftalmólogos si los síntomas persisten.
