- diciembre 4, 2025
- Consejos
¿Qué es el examen de fondo de ojo? Cuidemos nuestra salud visual
El examen de fondo de ojo, también conocido como oftalmoscopia o exploración del fondo ocular, es una de las pruebas más importantes en oftalmología. A través de ella, el especialista puede observar directamente estructuras esenciales del interior del ojo, como la retina, el nervio óptico y los vasos sanguíneos. Este procedimiento es rápido, indoloro y fundamental para el diagnóstico temprano de numerosas enfermedades oculares y sistémicas.
El principal objetivo de esta prueba es evaluar el estado de la retina y detectar alteraciones que, en muchos casos, no producen síntomas en sus fases iniciales. Gracias al examen de fondo de ojo es posible identificar:
– Enfermedades oculares, como la degeneración macular asociada a la edad, el desprendimiento de retina, las oclusiones vasculares o la retinopatía diabética.
– Alteraciones del nervio óptico, entre ellas el glaucoma o la neuritis óptica.
– Manifestaciones oculares de enfermedades generales, como hipertensión arterial, diabetes, anemia severa o trastornos autoinmunes.
Esto convierte al fondo de ojo en una herramienta no solo diagnóstica, sino también preventiva.
¿Cómo se realiza la exploración?
Existen diferentes métodos para examinar el fondo ocular. El más habitual consiste en utilizar un instrumento llamado oftalmoscopio, que proyecta una luz hacia el interior del ojo y permite al oftalmólogo ver con detalle las estructuras internas.
Para obtener una mejor visualización, es frecuente aplicar gotas dilatadoras que ensanchan la pupila temporalmente. Aunque pueden ocasionar visión borrosa y sensibilidad a la luz durante unas horas, su efecto es pasajero y totalmente seguro en la mayoría de los pacientes.
En la actualidad también se emplean tecnologías avanzadas, como la retinografía digital o la OCT (tomografía de coherencia óptica), que permiten capturar imágenes de alta resolución y analizar capas profundas de la retina. Estas herramientas complementan la oftalmoscopia y ayudan a realizar diagnósticos más precisos.
¿Quiénes deben hacerse un examen de fondo de ojo?
Aunque el oftalmólogo determinará la frecuencia adecuada para cada caso, existen grupos de población en los que esta prueba es especialmente recomendable:
– Personas con diabetes o hipertensión, ya que estas condiciones pueden afectar a los vasos sanguíneos de la retina.
– Mayores de 50 años, dado que aumenta el riesgo de patologías como la degeneración macular o el glaucoma.
– Pacientes con miopía alta, un factor asociado a mayores probabilidades de presentar complicaciones retinianas.
– Personas con antecedentes familiares de enfermedades oculares graves.
– Cualquier paciente que experimente síntomas, como destellos de luz, manchas flotantes, pérdida de visión o dolor ocular.
Incluso en ausencia de síntomas, realizar un examen de fondo de ojo de manera periódica permite detectar problemas antes de que afecten la visión.
¿Por qué es tan importante esta prueba?
El fondo del ojo es una de las pocas partes del cuerpo en las que se pueden observar directamente vasos sanguíneos y tejido nervioso sin necesidad de procedimientos invasivos. Esto hace del examen de fondo de ojo una herramienta única para evaluar el estado general de la salud ocular y detectar señales tempranas de enfermedades que pueden comprometer la visión si no se tratan a tiempo.
Además, muchas patologías retinianas evolucionan silenciosamente. Cuando comienzan a manifestar síntomas, el daño ya suele ser significativo. Un examen preventivo puede marcar la diferencia entre mantener una visión saludable o enfrentarse a complicaciones graves.
El examen de fondo de ojo es una prueba sencilla pero esencial en oftalmología. Permite al especialista observar la retina y otras estructuras internas del ojo para detectar enfermedades, evaluar riesgos y establecer tratamientos oportunos. Realizar esta exploración de manera periódica, especialmente en personas con factores de riesgo, es una inversión fundamental en la salud visual a largo plazo.
