La blefaroplastia es una cirugía que consiste en eliminar el exceso de piel de los párpados que son consecuencia de la edad, consiguiendo un rejuvenecimiento y reestructuración del mismo. Se realiza en muchos casos por cuestiones estéticas, pero es habitual que la caída de la piel de los párpados superiores sea tan importante que reduzca el campo visual del paciente. Esta corta intervención (solo una hora y media) es una técnica poco invasiva, pues se realiza con anestesia local y el paciente luego puede marchar a su casa. La cicatriz en esta intervención es invisible ya que queda oculta en el pliegue natural del párpado superior.

Los párpados son una parte fundamental de la expresión facial. Con la cirugía evitamos los cambios en la dirección de las pestañas y molestias importantes en los ojos preservando y cuidando nuestra visión. Eliminamos así la sensación de «pesadez», lagrimeo y enrojecimiento de la que tanto se quejan los pacientes. Por otro lado y a nivel estético, las “bolsas” que aparecen con la edad nos dan un aspecto de envejecimiento prematuro o de ojos poco descansados que con frecuencia se heredan de padres a hijos. La cirugía plástica palpebral tiene un efecto rejuvenecedor muy natural sin provocar cambios drásticos en la imagen y sin cicatrices visibles.