Rejuvenecimiento facial
Nuestra piel está formada por distintas capas y cada una de ellas se comporta de una forma distinta frente al envejecimiento. Por un lado, está la epidermis, o capa más superficial, que evoluciona a una piel rugosa poco luminosa con el paso de los años. Por otro, la dermis, o capa profunda, que se caracteriza por arrugas profundas y marcadas y flacidez. También tiene unas necesidades básicas:
- La buena higiene facial. Es imprescindible, pues las impurezas y células muertas bloquean el paso del tratamiento a estratos profundos. Los peelings nos ayudan a eliminar esas impurezas y darnos una vía de acceso para poder actuar.
- La hidratación. La falta de suavidad y elasticidad, la falta de luminosidad favorecen la aparición de «arrugas de deshidratación» sobre todo en los pómulos y el contorno de ojos.
- Los antioxidantes y la fotoprotección. El 90% de los signos del envejecimiento prematuro de la piel están formados por los radicales libres. El sol, tabaco, polución, estrés, mala alimentación, etc. favorecen la formación de esos radicales libres. La protección solar supone por tanto la primera barrera para evitar el envejecimiento de la piel.
Así que, primero evaluamos al paciente y sus necesidades individuales. Hacemos una historia clínica, en muchos casos analítica completa, y después elaboramos un plan específico para su caso en concreto, para el que disponemos los mejores servicios y tratamientos que aseguran una mejoría de las arrugas, tensión e hidratación de la piel que la vuelven más joven y natural.