Glaucoma y Retina

Glaucoma

El glaucoma se puede definir como una lesión progresiva en el nervio del ojo (“papila”). 

Los antecedentes familiares (padre, madre o hermanos) multiplican hasta nueve el riesgo de padecer la enfermedad y es considerada la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Existen otros factores de riesgo como la hipertensión arterial, diabetes, miopía o hipermetropía elevadas, tratamientos prolongados con corticoides, enfermedades pulmonares y cardiovasculares de tipo obstructivo, tabaquismo y apnea obstructiva del sueño. 

El gran problema que tiene esta enfermedad es que, al no causar ninguna dolencia, es difícil detectar síntomas y que el paciente acuda al especialista. Irá perdiendo progresivamente la visión, primero la zona periférica sin darse cuenta y, finalmente si no lo trata, la visión central. Es imprescindible revisarse la vista anualmente durante toda la vida y detectar así el riesgo de sufrir la enfermedad.

Existen diversos tratamientos: farmacológico (colirios), láser (en casos agudos y complementario al uso de las gotas) y cirugía.

 

Retina y enfermedades

La retina es la responsable de la captación de la imagen. Está formada por dos capas: la retina neurosensorial y el epitelio pigmentario. Las enfermedades retinianas son muy variables, desde infecciones y tumores hasta procesos lesiones del nervio óptico. De las más frecuentes, podemos destacar:

Retina y diabetes

La retina y diabetes (“Diabetes oftalmológica”/”Diabetes Mellitus”), de las causas más frecuentes de ceguera y más del 60% de los diabéticos tipo 2 desarrollan esta grave complicación durante los primeros 20 años. Es imprescindible revisarse la vista desde la detección de la diabetes. 

Retina y tiroides

La retina y tiroides (“Oftalmopatía tiroidea”/”Enfermedad de graves”), cuyos síntomas principales son las molestias oculares, sequedad, irritación, enrojecimiento ocular, sensación de “arenilla”, exoftalmos (“ojos saltones”), visión doble, estrabismo y disminución de la visión. Debe acudir al oftalmólogo antes de que llegue la pérdida de visión. Es importante la coordinación endocrinológica y oftalmológica. El tratamiento va desde gafas de sol, geles y lágrimas artificiales en casos leves hasta radioyodo, corticoides intravenosos y cirugía ocular en casos avanzados.

Degeneración Macular Asociada a la Edad ("DMAE")

La Degeneración Macular Asociada a la Edad (“DMAE”), enfermedad degenerativa que supone la mayor causa de ceguera en mayores de 50 años. Tiene como síntomas la pérdida de visión central del campo visual y es indoloro y progresivo. Existen dos tipos:

  • DMAE seca
  • DMAE húmeda, que se caracteriza por la aparición brusca de una visión central borrsa y distorisionada. Evoluciona de forma más rápida que la anterior.
 
En cuanto al tratamiento, se debe individualizar cada caso.

Desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina, pérdida permanente e irreversible de la visión. Sus síntomas empiezan generalmente con una visión de “chispazos”, «fogonazos» o «moscas volantes», aunque esto no siempre indica que haya un desprendimiento de retina. Luego progresa hacia la visión de «una cortina» que le impide ver una parte del campo visual. Si continúa su evolución, dejará de ver por ese ojo. El tratamiento depende del caso:

  • Láser en pequeñas roturas localizadas.
  • Operación si el desprendimiento de retina es muy avanzado.